El uso continuado de los equipos, la ausencia de un mantenimiento preventivo o predictivo, las tecnologías obsoletas, la antigüedad del parque de equipos, el cambio de las curvas de demanda o el sobredimensionado de equipos son factores fundamentales a analizar en un diagnóstico o auditoria energética.
La mejora del rendimiento de los equipos o de los procesos es habitual en las propuestas de mejora en eficiencia energética. Las tecnologías avanzan cada día más en el ámbito del rendimiento energético.